Siguiendo las indicaciones de la película clásica de Charles y Ray Eames, Poderes de diez (1977), Nanomandala (2004) permite a los espectadores interactuar con un mandala, proyectado en un disco de arena de ocho pies de diámetro, a diversas escalas, telescópica fluidamente de ida y vuelta desde la estructura molecular de un solo grano de arena (imagen con un microscopio electrónico de escaneo o SEM) a todo el mandala de Chakrasamvara. La instalación es una colaboración arte-ciencia desarrollada por la artista de medios Victoria Vesna y el pionero en nanociencia James Gimzewski, ambos profesores de UCLA. Se invita a los espectadores a tocar en la arena y, en esencia, convertirse en una superficie sobre la que se proyecta el mandala, una forma de cine expandido.
Esta unión del arte, la ciencia y la tecnología es una interpretación moderna de una antigua tradición que consagra el planeta y sus habitantes a lograr la purificación y la curación. El mandala de arena de Chakrasamvara visto en esta instalación fue creado por monjes budistas tibetanos del Monasterio Gaden Lhopa Khangtsen en la India, junto con la exposición «Círculo de La Felicidad» sobre Arte Budista Nepalés y Tibetano en el Museo de Arte del Condado de Los Angeles. Este mandala de arena en particular nunca antes se había hecho en los Estados Unidos.
Para complementar el vídeo, la artista sonora Anne Niemetz ha desarrollado un paisaje sonoro meditativo derivado de sonidos grabados durante el proceso creativo de hacer el mandala de arena. El trabajo también fue el set para la actuación de baile Any/Nano/Body, que dio vida a la nanociencia a través de «coreografías innovadoras e improvisación específica del sitio. Las coreógrafas Marianne M. Kim y Norah Zuniga Shaw trabajan en colaboración con maestros intérpretes para descubrir la nano ciencia de nuestros cuerpos y ponerla en movimiento interactuando con las instalaciones de la exposición nano.» Isabel Toledo diseñó los vestidos de bailarines en colaboración con Victoria Vesna.
De la instalación, la Vesna afirma: «Inspirado al ver al nanocientífico en el trabajo, arreglando deliberadamente átomos justo cuando el monje crea laboriosamente imágenes de arena grano por grano, esta obra reúne a las mentes orientales y occidentales a través de su proceso compartido centrado en la paciencia. Ambas culturas utilizan estas prácticas de construcción de abajo hacia arriba para crear una imagen compleja del mundo desde perspectivas extremadamente diferentes».
Nanomandala se estrenó en la exposición NANO en el Museo de Arte del Condado de Los Angeles. La obra fue creada con el generoso apoyo de la Fundación David W. Bermant.
http://nano.arts.ucla.edu/mandala/mandala.php